DEDICATORIA

Para ANNE M. WALSCH
Quien no sólo me enseñó que Dios existe,
sino que abrió mi mente a la maravillosa verdad
de que Dios es mi mejor amigo;
y que fue mucho más que una madre para mí,
mas dio a luz en mí
a un anhelo y un amor hacia Dios,
y todo lo que es bueno.
Mamá fue
mi primer encuentro
con un ángel.
Y para ALEX M. WALSCH
Quien me dijo muchas veces a lo largo de mi vida:
«Eso está chupado»,
«No aceptes un "no" por respuesta»,
«Crea tu propia suerte», y
«La esperanza es lo último que se pierde».
Papá fue mi Primera experiencia de audacia.